En un comunicado de la Casa Blanca, Trump dijo que «la situación de deterioro dentro de Venezuela justifica el aplazamiento de la expulsión de los ciudadanos venezolanos que se encuentran presentes en los EstadosUnidos«.
La decisión de Trump supone un guiño a la comunidad venezolana en Estados Unidos, en su mayoría residente en Florida, que le ha respaldado durante estos cuatro años por su beligerancia contra el Gobierno de Nicolás Maduro.
De hecho, este mismo martes Washington aprobó las enésimas sanciones económicas contra Caracas, esta vez para miembros de una supuesta red cuyo objetivo era comercializar crudo venezolano evadiendo las penalizaciones estadounidenses.
Desde su llegada a la Casa Blanca en 2017, el Gobierno de Trump ha impuesto numerosas rondas de sanciones económicas contra el Ejecutivo de Maduro, al que considera «ilegítimo».
EE.UU. ha sido uno de los aliados más fieles del líder opositor venezolano Juan Guaidó, al que en 2019 reconoció como presidente legítimo de la nación caribeña.
El Gobierno de Venezuela espera que la nueva Administración del demócrata Joe Biden, quien asumirá la Presidencia de EE.UU. mañana, miércoles, tenga «atisbos de decencia», cumpla con el derecho internacional y establezca «canales diplomáticos de diálogo respetuoso».