
Música & Farándula
La guerra del streaming en RD está encendida, ¿Team Alofoke o Team Luinny?
AGENDA56, SANTO DOMINGO.- En el vibrante mundo del entretenimiento dominicano digital, se ha desatado una auténtica competencia por la atención del público: por un lado, la segunda temporada de La Casa de Alofoke (LCDA2), producida por Santiago Matías (“Alofoke”), y por otro lado, el estreno del nuevo formato La Mansión de Luinny (LML), bajo la batuta del también comunicador productor Luinny Corporán.
Un duelo de formatos
– La Casa de Alofoke 2 llega precedida de un gran antecedente: su primera temporada registró más de 328 millones de vistas en su versión dominicana, según medios locales. 
– La Mansión de Luinny, por su parte, arrancó este 29 de octubre con un despliegue de 19 participantes de diversos países (República Dominicana, Puerto Rico, Venezuela, México, España) y un premio de US $100.000 en juego.  
– El nuevo formato apunta no solo al público dominicano sino a una proyección internacional, mezclando alianzas estratégicas de patrocinio, contenidos 24/7, redes sociales y plataformas de streaming. 
¿Por qué importa esta “guerra de streaming”?
1.
Cambio del paradigma de la televisión: Ambos proyectos abandonan (o complementan) la pantalla convencional y se apoyan en YouTube y plataformas digitales para distribución directa, lo que modifica el modelo de producción, consumo y monetización del contenido en RD.
2. Apuesta por el contenido local con alcance global: La producción dominicana ya no se conforma con el mercado nacional; ahora se busca traspasar fronteras latinoamericanas. Esto plantea desafíos creativos, de inversión y de tipo competitivo.
3. El público como árbitro real: En un mundo de redes sociales e “influencers”, la audiencia decide en tiempo real qué formato domina y cuál queda relegado. Las estrategias de “enganche” son claves.
4. Recursos, patrocinios y visibilidad: Con grandes premios, cast de figuras reconocidas y formato de “alto nivel”, el costo de producción se incrementa, así como las expectativas de retorno y visibilidad.
Puntos de tensión que darán de qué hablar
•¿Podrá La Casa de Alofoke 2 mantener el empuje de su primera edición ante un nuevo competidor con “lo nuevo” como atractivo?
•¿La Mansión de Luinny logrará diferenciarse verdaderamente —en contenido, estética, formato— o terminará siendo una versión más del mismo género?
•¿Qué rol jugarán las redes sociales y el “clip viral” en decidir cuál show domina la conversación pública?
•¿Cómo responderán los patrocinadores y marcas al ver esta competencia? ¿Invertirán en ambos o apostarán por uno solo?
•¿Qué efecto tendrá esto en la industria dominicana de entretenimiento digital: especialización, saturación, nuevas alianzas o alianzas rotas?
En resumen
Lo que estaba reservado solo a la televisión convencional está ahora en una esquina digital: dos grandes producciones dominicanas disputándose la atención, las vistas, los clics, la conversación. Ya no es solo quién gana; es quién domina la experiencia, la conexión emocional con el público y la innovación en formato. Porque al final, en este nuevo escenario, el ganador no será solo el show con mayor rating, sino el que logre quedarse en la mente colectiva.
 





