
Detectan virus en murciélagos de Brasil con rasgos similares al Covid-19
BRASIL.- El virus SARS-CoV-2, causa del Covid-19, no es el único coronavirus del mundo que hay que vigilar. La ciencia parece haber descubierto ahora una nueva rama de coronavirus en murciélagos de Brasil, que podrían contar con las herramientas necesarias como para pasar de los animales a los humanos.
“La gran diversidad de virus en murciélagos los posiciona como grupo clave taxonómico de vigilancia de enfermedades zoonóticas”, escriben los autores del trabajo que se presentó como preimpreso en el sitio bioRxiv.
Incluso antes de que surgiera el Covid-19 hace más de cinco años, a la ciencia le causaba preocupación que los coronavirus pudieran dar lugar a la próxima gran pandemia. El SARS-CoV-2, sus anteriores ancestros SARS-CoV y MERS-CoV, son coronavirus que lograron convertirse en patógenos humanos en las últimas dos décadas. Los tres pertenecen al género de los betacoronavirus.
Según los investigadores de este estudio, sin embargo, casi todo lo que conocemos sobre la diversidad de este género se basa en datos recogidos de Asia, África y Medio Oriente, y hay poca secuenciación genética de esos virus en las Américas.
Para contribuir a cerrar esa brecha en el conocimiento, el equipo analizó muestras de órganos internos de 70 murciélagos de tres lugares de Brasil, entre mayo y agosto de 2019. Encontraron el nuevo virus en un murciélago bigotudo de Parnell (Pteronotus parnellii) y secuenciaron completamente su genoma.
Basándose en su análisis, el virus – que denominaron BRZ batCoV – es genéticamente diferente como para representar un subgénero desconocido de betacoronavirus. Hasta ahora se habían identificado cinco subgéneros.
Pero este virus también parece tener algo importante en común con el SARS-CoV-2: un sitio funcional de escisión por furina (FCS) en la unión S1/S2 de su proteína espiga. De hecho, el FCS del BRZ batCoV solo se diferencia por un único aminoácido en comparación con el del SARS-CoV-2.
El FCS en el SARS-CoV-2 es una de las características que contribuyen a que infecte a los humanos. Por lo tanto, preocupa haber encontrado algo muy similar en este nuevo virus. Los investigadores también señalan que otros betacoronavirus de murciélagos tienen FCS en el mismo lugar, lo que sugiere que es relativamente fácil que aparezca esta característica en estos virus.
Otro aspecto preocupante es que hay poco monitoreo de Brasil y otras áreas en las Américas, y eso hace que sea posible que el BRZ batCoV y otros virus similares hayan estado circulando ya bajo nuestras narices desde hace tiempo.
Este nuevo trabajo aún no fue revisado por expertos para su publicación, forma en que se aprueban todos los nuevos estudios. Los investigadores también señalan que no analizaron directamente la infecciosidad del BRZ batCoV, y eso limita cuándo se puede llegar a conocer sobre su riesgo para los humanos.
“Aunque la presencia de un FCS tiene clara importancia, toda discusión sobre el potencial zoonótico de este virus deberá ser limitada”, escribieron.
Dicho esto, son estudios como este los que hay que considerar como señales de precaución, por anticipado. Aunque se sigue debatiendo el origen del SARS-Cov-2, hay muchas enfermedades humanas que comienzan como gérmenes zoonóticos y que luego logran pasar de los animales a las personas (el SARS original, por ejemplo). Los murciélagos y los virus que portan son los principales sospechosos de causar la próxima gran pandemia, y resulta urgente hacer un mejor seguimiento de todo lo que hay allí afuera, afirman los investigadores.
“Nuestro estudio brinda un entendimiento más amplio de la filogenética y la diversidad funcional de los coronavirus de murciélagos, además de su potencial zoonótico”, expresan en el trabajo.





