Colombia anuncia acuerdo con las FARC sobre narco

El gobierno de Colombia y el principal grupo rebelde del país, que por mucho tiempo fue considerado el principal productor de cocaína del mundo, anunciaron ayer un acuerdo sobre un punto clave que ha sido el motor del conflicto colombiano: combatir juntos el cultivo y la comercialización de drogas ilícitas.

FARC

Bajo el acuerdo, anunciado una semana antes de las elecciones presidenciales colombianas, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, conocidas como las FARC, se comprometieron a «poner fin a cualquier relación, que en función de la rebelión, se hubiese presentado con este fenómeno».

 

Se trata del último de los acuerdos alcanzados en meses de conversaciones en La Habana. Las dos partes llegaron a acuerdos parciales sobre principios de la reforma agraria y la participación política de las FARC. Ninguno de ellos entrará en vigor hasta que todos los puntos de la agenda sean acordados y firmados.

 

La DEA y las autoridades colombianas han dicho que algunos frentes de las FARC han estado involucrados en la producción y venta de drogas a los traficantes mexicanos, colombianos y venezolanos a través de intermediarios.

 

Perú superó recientemente a Colombia como el principal cultivador de coca. Las FARC es el último gran movimiento de insurgencia izquierdista que queda en el hemisferio occidental, después de haber tomado las armas hace unos 50 años.

 

El acuerdo habla de la creación de un programa de sustitución de cultivos de uso ilícito, la creación de programas de prevención del consumo de droga y salud pública y una solución al fenómeno de la producción y comercialización de narcóticos.

 

En el comunicado leído en rueda de prensa por el cubano Rodolfo Benítez y el noruego Dag Nylander, las dos partes afirmaron que «lo que hemos convenido, reconoce que para sentar las bases de una paz estable y duradera en Colombia es necesario encontrar una solución definitiva al problema de las drogas ilícitas».

 

«Aspiramos a un país en paz y sin el problema de las droga ilícitas y somos conscientes de que lograr tal propósito depende también de consensos y definiciones de alcance global», dijo el documento que aprobaron las partes. El acuerdo crea un Programa Nacional Integral para la Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito, atado a una reforma estructural al campo colombiano, que tendrá carácter voluntario y que llamara a los cultivadores de coca a proponer y concertar soluciones para erradicar voluntariamente los cultivos.

 

El gobierno deberá cumplir una serie de compromisos en un determinado período de tiempo, no explícitos en el acuerdo, a cambio de la promesa de los cultivadores de no sembrar coca nuevamente.      En caso de que no se logre un acuerdo con los cultivadores sobre la erradicación de la coca, el documento dice que el gobierno procederá a erradicar los cultivos manualmente «donde sea posible, teniendo en cuenta el respeto por los derechos humanos, el medio ambiente y el buen vivir», dice el documento.

 

«Tenemos la convicción de que, sin el conflicto atravesado en el camino, podremos sustituir la gran mayoría, ojalá todos los cultivos, de manera voluntaria» dijo Humberto de la Calle, jefe de la delegación del gobierno colombiano, en declaraciones leídas posteriormente.

 

De la Calle informó que la fecha de reanudación de las conversaciones será anunciada «oportunamente». El acuerdo dice, además, que el gobierno colombiano pondrá en marcha un «programa de desminado y limpieza de las áreas del territorio nacional que hubiesen sido afectadas por la ubicación de minas antipersonal y municiones sin explotar».

 

Añade que tanto el gobierno como las FARC trabajarán en el tema «incluyendo el suministro de información», en clara alusión a las minas antipersonas sembradas por las FARC en el territorio nacional en las últimas décadas.

Con respecto al tema del consumo de droga, el documento señala que el gobierno un Sistema Nacional de Atención al Consumidor de Drogas Ilícitas que incluya «acciones complementarias de rehabilitación y reinserción social», en un claro enfoque de política pública sanitaria al tema del consumo de narcóticos.

 

Además, según el documento, se creará una especie de comisión nacional que analice esta problemática, integrada por «instituciones científicas, centros especializados, instituciones educativas, asociaciones de padres de familia, comunidades religiosas y consumidores».

 

El punto final del acuerdo establece que las FARC pondrán «fin a cualquier relación, que en función de la rebelión, se hubiese presentado con este fenómeno». Este es el tercer punto, de una agenda preestablecida de seis, en la que las partes llegan a un acuerdo desde que comenzaron sus charlas a finales del 2012.

 

En el pasado, las FARC han negado toda participación en el tráfico de drogas, y asegurado que solo cobran impuestos a los productores. El viernes, además, en un hecho inédito en la historia del conflicto armado colombiano, las guerrillas de las FARC y del ELN anunciaron el viernes un cese al fuego conjunto y unilateral para las elecciones presidenciales del 25 de mayo en Colombia.

 

Los jefes de las FARC y el ELN, Timoleón Jiménez y Nicolás Rodríguez, respectivamente, dijeron en un comunicado conjunto que «ordenamos a todas nuestras unidades cesar cualquier acción militar ofensiva contra las fuerzas armadas del Estado o la infraestructura económica, a partir de las 00:00 horas del martes 20 de mayo hasta las 24:00 horas del miércoles 28 de mayo». Así, las partes cerraron también su 25ta ronda de conversaciones.

 

Por: Listin Diario

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